A dónde vas...


A veces, solo a veces, me da por pensar que esto no nos va a llevar a ninguna parte.
Que él tiene todo perfectamente planeado y que nada queda al azar, que prepara cada detalle, que lo piensa en frío y luego, cuando llego, pone en marcha su plan macabro, y disfruta cómo me soprendo de todo y finalmente entro en su juego.
A veces me da la impresión de que camina lentamente de vuelta a su casa, se sienta satisfecho y se ríe un momento de mí, pues sabe que voy recogiendo las migas que él va dejando tiradas en el camino.