Cada mañana el sol nos dio en la cara al despertar,
cada palabra que le pronuncié, lo hacia soñar.
No era raro verlo en el jardín corriendo tras de mí,
y yo dejándome alcanzar, sin duda, era feliz.
Era una buena idea cada cosa sugerida,
ver la novela en la televisión y contarnos todo.
Jugar eternamente el juego limpio de la seducción,
y las peleas terminarlas siempre en el sillón.
Me va a extrañar al despertar,
en sus paseos por el jardín,
cuando la tarde llegue a su fin.
Me va a extrañar al suspirar,
porque el suspiro será por mí,
porque el vacío lo hará sufrir.
Me va a extrañar y sentirá
que no habrá vida después de mí,
que no se puede vivir así
Me va a extrañar cuando tenga ganas de dormir y acariciar.
Al medio día era una aventura en la cocina,
se divertía con mis ocurrencias y reía.
Cada caricia le avivaba el fuego a nuestra chimenea,
era sencillo pasar el invierno en compañía.
Me va a extrañar al despertar,
en sus paseos por el jardín,
cuando la tarde llegue a su fin.
Me va a extrañar al suspirar,
porque el suspiro será por mí,
porque el vacío lo hará sufrir.
Me va a extrañar y sentirá
que no habrá vida después de mí,
que no se puede vivir así
Me va a extrañar cuando tenga ganas de dormir y acariciar.