La mentira de toda la apocalíptica occidental consiste en arrojar al mundo el luto que nosotros no podemos rendirle. No es el mundo el que está perdido,
somos nosotros los que hemos perdido el mundo y lo hemos perdido incesantemente; no es él el que
pronto se acabará, somos
nosotros los que
estamos acabados, amputados, atrincherados, somos
nosotros los que rechazamos de manera alucinatoria el contacto vital con lo real. La crisis no es económica, ecológica o política,
la crisis es ante todo de la presencia.
- comité invisible