"Niña, a un hombre puedes darle tu sangre porque la sangre de las mujeres viene y va cada mes, puedes entregarle tu corazón porque sus emociones cambian como lo hacen las mareas. Pero si le entregas uno solo de tus cabellos le darás tu fuerza de vivir. Con tu cabello tejes sueños y atrapas pesadillas cada noche; con tu cabello escuchas las voces de tus ancestros susurrándote en el viento, tu cabello habla con las aves y las estrellas. No es solo cabello es el único trozo visible de tu espíritu. Es la balanza que te equilibra, un hilito de luz que sube por el cielo y te conecta con todo."