Hoy, al despertar, hice la cama mientras tú calentabas el pan que luego compartiríamos. y te admiré sin que lo supieras, cuando ya preparabas el té.

Estabas un poco atrasada. mientras te vestías recogí la mesa, el mantel y las migas que después serían festín de pájaros. Caminando ya hacia la U recordé de pronto cuando te decía "ya andai con esas weas feministas" y pensé de inmediato "esta loca me convenció...".

Interrumpiéndome me dije "No, no es eso. Yo también me siento más liviano, hace tanto que no me permitía llorar, reír, sentir, soñar, y respetar, que pensaba que era normal en la vida de cualquier hombre...".

De pronto, extrañada por mi silencio y como percatándote de lo que pensaba, interrumpiste preguntando: "¿En qué piensas?"
"En que te amo más que nunca", respondí.

Millapol Valenzuela
Estudiante de Psicología
Universidad de Santiago de Chile