"Es que son iguales"
Eso es lo que últimamente me dedico a escuchar. Que "tenemos el mismo carácter", que "nos parecemos muchísimo". Siempre lo dijiste, que soy como tú, e incluso yo lo pensé repetidas veces. Pero no es así.
Supongo que no soy lo que esperabas que fuera, para ti estoy perdiendo mi tiempo en cosas que no valen la pena y no entiendo realmente cómo son las cosas. Pero la verdad absoluta no es la que tú tienes, no es la que gritas para sobreponerte a la opinión de los demás; hablar más alto no te hace tener razón. Y después de eso vienes y me reprochas que soy cruel, que soy demasiado crítica contigo, que te hago daño. Y trato de mejorar, por ti, una vez más, para arreglar las cosas y hacer más llevadera nuestra relación.
Pero nos seguimos destruyendo. Me tragué mi orgullo más de mil veces y tú aprovechabas para remarcar aún más en lo que me equivocaba. Nunca salió de tu corazón un "lo siento" sincero, nunca viste tu responsabilidad en el asunto. Yo no te dejé de querer, tuve que acostumbrarme a vivir sin ti. Y tú volviste, pero no eres el mismo. Nunca lo serás. Y yo quisiera que lo fueras, y quisiera también poder creer de nuevo en ti como lo hacía antes, y de corazón, sólo Dios sabe cuánto quisiera poder abrazarte y sentir que no existe mundo más allá. Pero tú me lo quitaste, y yo tuve que inventarme una nueva manera de sobrevivir.
No me gusta quien eres. No te gusta quien soy. No entiendes por qué hago las cosas, dices que estoy equivocada todo el tiempo. Cada vez que te miro, veo en ti la decepción, la rabia, el rencor. Y lo que tú ves en mis ojos no debe ser mejor. Pero yo ya no puedo luchar por ti, porque tú no estás luchando por mí.
Voy a defraudarte una vez más, y no será la última. Finalmente no nos parecemos tanto, no nos parecemos nada. No soy como tú, ni seré como tú. No dejaré que el daño que me has hecho me convierta en ti. No voy a pisotear a quienes más me aman, no voy a aprovecharme del cariño de los demás. No me permitiré jamás, jamás desquitarme con mi familia por cosas que no corresponden. No voy a juzgar antes de tiempo, no voy a abandonar nunca a quienes me necesitan. Voy a tener un abrazo y una disculpa siempre a mano, voy a confiar en los demás al menos una vez. Voy a luchar por lo que yo creo correcto, sin pasar a llevar a los demás, voy a escuchar opiniones y las voy a agradecer de corazón. Voy a amar a alguien, y lo voy a amar de verdad. Y si algún día ya no siento ese amor, tendré el valor suficiente para dejarlo libre, para decírselo en la cara y dejarlo seguir su camino. No voy a ser la carga de nadie. No voy a ser como tú.
Y tú jamás vas a estar orgulloso de mí. Pero yo sí lo estaré.